29 de octubre de 2014

Halloween


Mis garabatejos :)                               

¡Buenas noches, aprendices!

Hoy traigo algo muy distinto a lo usual, y es que la página de hoy está en inglés. Sí, sí, in inglis. ¿Por qué? Pues veréis, quería escribir algo “halloweenesco”, que el 31 de octubre está muy cerca. ¿El problema? No me salía nada. Bloqueo total.
Ya que ando algo escasa de musas últimamente, busqué la tan codiciada inspiración en la película The Nightmare Before Christmas (1993) —Pesadilla antes de Navidad, para los amigos hispanohablantes— y la vi en inglés. Dando vueltas y vueltas al tema se me ocurrieron varias ideas —imágenes más bien— e intenté componer algo con ellas, pero tampoco.
Una de mis técnicas para escribir es hacer esquemas —sí, lo sé, es una innovación tremenda— y lo curioso es que los hice en inglés esta vez. “Underneath your bed, hell, black ink, pain and torture....”, poco más. Intenté escribir de nuevo y no salió nada hasta que, con la tontería, empecé: “Underneath your bed something drives you insane”. Y entonces sí funcionó.
No sé si será porque vi la película en inglés, por los esquemas o porque en mi cabeza Halloween y la lengua inglesa están tan intrínsicamente unidos que hasta que no la empleé, no salió nada, pero de cualquier manera, aquí está el resultado.

AVISO: el inglés no es mi lengua materna y el propósito de este relato/poema (no sé ni lo que es) ha sido puramente hedonista. Perdóname, gramática inglesa, pero Halloween es para hacer travesuras, ¿no?
Aquí puede consultarse una traducción de estar por casa para aquellos que prefieran leer en español :)


-Welcome to Sinners' Land-

Underneath your bed
something drives you insane.
You don't know what is there.
Doesn't mind, you don't even dare.

A ghostly breath. Must be wind.
A cat's snort? What's beneath?
In the blink of an eye you find yourself in black.
You're surrounded. Fog, shadow, darkness. You're all in despair.

You cannot run, you can't escape.
It is too late. I wait you in hell.
Screams, torture and pain.
Fire, demonds and death.

Welcome to Sinners' Land.
Join our hopeless fate.

'The tattooist', they say,
when they call me by my name.
My alive designs under your skin
will destroy you, oh, that's my black ink.

You cannot run, you can't escape.
It is too late. You are in hell.
Screams, torture and pain.
Fire, demonds and death.

Welcome to Sinners' Land.
Join our hopeless fate.


                                
Feliz terrorífico Halloween, os espero en los comentarios :)





Traducción de Welcome to Sinners' Land


 Humilde traducción de Welcome to Sinners' Land:


 -Bienvenido al País de los Pecadores-

Debajo de tu cama
algo te está sacando de quicio.
No sabes lo que hay.
No importa. Ni siquiera te atreves a mirar.

Una respiración fantasmal. Debe de ser el viento.
¿El bufido de un gato? ¿Qué hay debajo?
En un abrir y cerrar de ojos estás sumergido en negro.
Estás rodeado. Niebla, sombra, oscuridad. Estás desesperado.

No puedes correr, no puedes escapar.
Es demasiado tarde. Te espero en el infierno.
Gritos, tortura y dolor.
Fuego, demonios y muerte.

Bienvenido al país de los pecadores.
Únete a nuestro destino sin esperanza.

'El tatuador', eso es lo que dicen,
cuando me llaman por mi nombre.
Mis diseños vivos bajo tu piel
te destruirán, esa es mi tinta negra.

No puedes correr, no puedes escapar.
Es demasiado tarde. Estás en el infierno.
Gritos, tortura y dolor.
Fuego, demonios y muerte.

Bienvenido al país de los pecadores.
Únete a nuestro destino sin esperanza.


27 de octubre de 2014

«Resiliencia»

(sust.) Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.

15 de octubre de 2014

La caza del lobo

 ¡Hola, aprendices!
A ver si sois capaces de decirme en qué cuento me he basado para escribir este relato. Va, que no es difícil. Os espero en los comentarios, ojalá os guste:


-La caza del lobo-

—Eres preciosa. No puedo dejar de pensarte ni un segundo: me paso los días esperando la próxima vez que pueda mirarte a los ojos y cogerte de la mano...
—¡Bah, eres un cuentista! —dijo riéndose, alegre.
—¡Es cierto! No entiendo qué me pasa contigo, pero no puedo evitarlo. Gracias por esta noche... Hasta la próxima, espero —La besó e hizo el ademán de marcharse.
Embriagada por las reminiscencias de una velada perfecta, el sabor del chocolate en la boca y esa mirada, su corazón se rindió ante la sinfonía de dichas palabras. No quería separarse de él:
—¿Quieres subir? —preguntó, titubeante.
—De acuerdo. — Lo había conseguido.
Rozando el alba, ya cansada, apoyó la cabeza sobre su torso y lo abrazó. Segura, enamorada, feliz, le dijo:
—Qué ojos tan bonitos tienes.
—Son para mirarte mejor —respondió él.
—Qué nariz tan perfecta tienes.
—Es para olerte mejor —dijo inclinando su cabeza hacia su pelo.
—Qué labios tan dulces tienes.
—Son para besarte mejor —afirmó antes de darle un beso en la frente mientras ella escuchaba los firmes latidos sobre su pecho.
—Qué corazón tan fuerte tienes.
—Es para quererte mejor. —Y en sus ojos brilló un destello famélico y feroz.

1 de octubre de 2014

Albatros


¡Hola, aprendices!

Hoy os traigo un nuevo relato. Espero que os guste y, como siempre, os espero en los comentarios atendiendo a vuestras opiniones y sugerencias. Ahí va:

-Albatros-

Cuenta la leyenda que allá, en lo alto de esa colina, solían despedirse dos amantes. Cada invierno él se enrolaba en un barco mercante. Era poeta. Ella lo esperaba allí donde se habían separado velando por su regreso y susurraba al mar plegarias, palabras de amor y de amargura. El marino las sentía en el viento y así, anhelantes y enamorados, sobrevivían hasta que el albatros lo traía de vuelta... pero un año el ave marina ya no le devolvió a su poeta.
El pueblo vistió el luto. Su padre, su madre, amigos..., todos trataron de hacerla volver a casa, pero ella jamás se marchó. Los días, las semanas, los años pasaron y ella lloraba y lloraba frente al mar implorando al albatros. Su piel se oscureció y se cuarteó, su pelo creció y se enredó en la hierba. De este modo, poco a poco, se enraizó en lo alto de la colina, y ya nunca pudieron arrancarla de allí.
Las gentes se preguntaban adónde habría ido aquella mujer y cómo había aparecido allí ese sauce. Nunca se acercó nadie; decían que estaba maldito. Moriría por sí solo porque no tenía agua suficiente para sobrevivir, pero ella lloraba y lloraba frente al mar implorando al albatros, por lo que sus lágrimas se convirtieron en alimento mientras esperaba a su poeta.
Cien años pasaron hasta que cesó su llanto, y fue entonces cuando una tormenta quebró el tronco seco del salce, que cayó astillado, exhausto, rendido. Esta vez nadie vistió de negro. Ya nadie recordaba a los amantes que solían despedirse allá en lo alto de esa colina. Ya nadie recordaba a la mujer que esperó y esperó hasta convertirse en saz. Nadie salvo un albatros, que derramó una lágrima sobre el corazón roto del sauce y levantó su vuelo para narrar esta historia a los navegantes de alta mar.