¡Hola, aprendices!
Tenía muchas ganas de escribir este relato. Llevaba unos meses
rumiando la idea, pero aún no había encontrado la manera de
expresar lo que quería. He tenido que ingeniármelas para encontrar
la técnica apropiada para narrar esta historia, y espero que haya
conseguido algo decente al menos. Comentad si os ha gustado o no el
estilo, la historia..., ya sabéis que ando por los comentarios.
Ojalá os guste:
-Curvas peligrosas-
«Loving him is like driving a new
Maserati down a dead end street»
Red, Taylor Swift
Sus manos estaban muy cerca, así que alargó un meñique furtivo
hasta rozarla. No podía respirar mientras el brillo famélico de sus
ojos delataba el objeto de su deseo. Aprovechando el desconcierto que
había provocado en ella, deslizó suavemente la yema de su dedo
hacia su muñeca, describiendo lentamente una línea sinuosa sobre su
piel. Cuando comenzó a sentir que su respiración se aceleraba con
ella mientras introducía sus dedos por debajo de la manga de su
jersey, agarró con fuerza su muñeca estirando hacia ella. Era suya.
Era suya. Esa máquina era suya. Cuatrocientos cincuenta caballos la
esperaban frente a la puerta de su garaje, impacientes por rugir.
Deslizó su mano sobre el amarillo giallo granturismo del capó
mientras recorría con la mirada la V que desembocaba en la calandra
de su nuevo Maserati GranCabrio. Avanzó hacia la puerta del
descapotable disfrutando de cada minucioso detalle del coche y entró
en él. El abrazo del cuero negro la recibió en su interior. Era
adicta a su olor.
Era adicta a su olor. La respiraba mientras se dirigían hacia la
cama a trompicones, intentando satisfacer la urgencia de la piel con
labios, uñas y dientes. Mientras le apartaba el pelo para poder
besar su cuello, recorría con su izquierda las curvas peligrosas de
su cuerpo. Desabrochó su falda con mano experta y la arrastró hacia
abajo, poco a poco, para luego recorrer el camino por la autopista de
sus medias dirección sus labios. No podía esperar.
No podía esperar. Pulsó el botón Sport del salpicadero y
activó el manual. El cabriolé rugió ante la presión sobre el
acelerador y los rápidos cambios de marcha. El viento, la velocidad,
la potencia del motor en sus manos... Cada curva aceleraba su ritmo
cardíaco en una mezcla de rapidez, adrenalina y éxtasis. Solo
faltaba una cosa: la música perfecta.
Solo faltaba una cosa: la música perfecta. Se levantó hacia el
equipo de música y los acordes de Red llenaron la habitación.
Al volver a la cama se tumbó junto a ella, frente a frente. Las
piernas de una se perdían en las de la otra. Le apartó una mecha de
la cara y besó su frente.
—Te quiero —dijo mirándola a los ojos.
Ella bajó la mirada.
Ella bajó la mirada. La doctora parecía tratar de buscar entre los
azulejos del hospital cualquier eufemismo que aliviara a un padre que
podría perder a su hija:
—Todavía no estamos seguros. El golpe ha sido muy fuerte.
Tendremos que esperar los resultados de las pruebas.
Estaba inconsciente en la camilla. Era una sensación extraña.
En su cabeza se repetían una y otra vez las imágenes del accidente:
cómo perdió el control del coche al buscar el disco en la guantera,
cómo trató de tomar la curva cuando ya era demasiado tarde, cómo
gritaba «¡gira, gira, gira!» sin obtener respuesta... El Maserati
había quedado destrozado y ella se encontraba en estado crítico.
Esa curva era de hecho peligrosa, casi tanto como decir te quiero.
chapó
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado ^^ Muchas gracias por pasarte y comentar :)
EliminarMadre mía.. Es precioso Alicia!!!!
ResponderEliminarHe de decir que la historia está narrada con tal sutileza y sentimiento, que has logrado ponerme los pelos de punta, de principio a fin. Destaco esa última frase ''Esa curva era de hecho peligrosa, casi tanto como decir te quiero''; palabras que solo pueden venir de una artista. No dejes nunca de escribir! De verdad, enhorabuena!!! ^^
Jo, Bruna, muchísimas gracias por tu comentario!! Me has alegrado la semana ^^ Me alegro un montón de que este relato te haya gustado. Yo seguiré escribiendo para continuar aprendiendo, que la palabra artista creo que aún me va un poco grande (me has sacado los colores y todo!)... Gracias, de verdad, me has animado muchísimo ^^ Un beso muy grande, guapa!
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